MARMOTEANDO POR MIRAFLORES
Amaneció el feriado con un sol de mierda, algo raro en el
día de los muertos, pero ni modo tomé mi cámara y notebook con la idea de hacer
algo útil. Sin embargo en el tránsito del día me topé con actividades
marmoteables (sinónimo de hueveo) como la Feria del Libro Ricardo Palma, en
Miraflores, donde Paco Moreno, el único, presentó su libro de relatos: “El otro
amor de mamá”, una serie de cuentitos
que se especula es basado en su vasta lista de amistades.
Abandoné a Paquirri y me dirigí a Pollos Piers, mítico
chupódromo miraflorino, donde Germán Rentería, editor de Rentería editores me
esperaba con chela en mano. Brindis vinieron y se fueron, ya cuando me di
cuenta mi estimado editor estaba en plan fuga y yo en plan bajada, así que nos
separamos y emprendí comelona en La Rueda. Su enchilada de pollo y su jugo de
lúcuma, hicieron la camita para el respectivo desengrase.
De regreso a la feria, unos zombies en bicicleta llamaron mi
atención, y no era para menos, pues al mismo estilo walking dead decenas de
muertos vivientes se acercaban a mí, seguro por cerebro. Por un momento pensé
que todo era efecto del alucinógeno, pero cuando sentí un apretón en la pierna
se me fue toda la gracia.
“Joven una pintadita”, escuché y les dije que no, pero les
tomé su foto que publico por acá no más. Otra chica me explicó que la idea es
fomentar el tránsito en dos ruedas sin la necesidad de contaminar el ambiente.
Mostro, dije, los difundo entonces. Gracias papi, concluyó.
Ya medio coqueteao, caminé con dirección a mi casa hasta que
me topé con algo inusual, un poemario de Martín Adán a 10 soles, en la librería
Cultura Peruana. Chévere, dije. Más allá La Inestable ofrecía promociones
baratas, por allí se escondía un diccionario de Léxico popular que editaba La
Universidad de Lima, el Ino Moxo de César Calvo en un solo tomo editado por
Peisa, entre otras cosas, ah y muy cerca estaba el rollizo escritor Oswaldo
Reynoso que rebosaba de contento, pues le contaba a su íntima Doris Moromisato
que había vendido un baúl de libros. ¡Un
baúl!, imagínese la cara del viejito renegón, quien alguna vez negó creer que
en octubre hay milagros.
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