AL ESTILO PERIQUITO, MINISTROS DIJERON: “MEJOR ME QUITO”


Antes de que les caiga el guante de la justicia urbana, rural, del peruano de a píe, ese que grita: “maldito político corrupto, no queremos héroes, queremos peruanos vivos”, los pendencieros ministros del Interior, Daniel Lozada, y de Defensa, Alberto Otárola, decidieron tirar la toalla y cortar por lo sano antes que la sierra eléctrica de la población los decapite popularmente.

Por eso incendiario, presentaron su carta de renuncia irrevocable como consta este documento que enviaron a nuestra redacción, que fue presentado ante la presidenta encargada de la República, Marisol Espinoza.
Debido a esta decisión, el titular del Congreso, Daniel Abugattás, suspendió la Junta de Portavoces que realizaba, justo a esa hora, un debate sobre la censura de ambos ministros, que fue planteada por la oposición en el Parlamento tras cuestionar la estrategia aplicada, por ambas carteras, en la selva peruana para la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo, así como las muertes de agentes de la fuerza del orden en esa zona.
 Pero como dicen las voces de los “Pasos perdidos”, conocido pasillo del Congreso, los cuestionamientos aumentaron cuando se conoció que Dionisio Vilca encontró por su cuenta a su hijo muerto, el suboficial PNP César Vilca Vega, quien llevaba 20 días desaparecido tras ser atacado por narcotraficantes, pese a que el gobierno aseguraba la aplicación de un plan especial para la búsqueda del cuerpo, ya que lo alucinaban muerto.

Cabe resaltar, que a eso se suma la aparición del también suboficial PNP Luis Astuquillca quien resultó vivo tras este ataque y regresó a las canteras sin haber contado con apoyo de nadie, dejando entrever que sus compañeros lo habían abandonado a su suerte en la espesura de la selva y a manos de criminales. Qué fácil es lavarse las manos y decir, investíguenme, luego de tantos muertos. ¡Así no corre, incendiario!

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