¿REALITY? ANDA QUE TE CACHE UN BURRO

Mi abuelita difunta decía: “anda que te cache un burro”, cuando alguien se entercaba en algo que sabía a la larga le iba hacer mal. Es que mi abuela era muy sincera, por eso recurrí a esta cita para escribirte incendiario.
Y es que vergüenza da mi “broster” el comportamiento de los medios cuando de rating se trata. Desgraciadamente el embrutecimiento masivo es inevitable si carecemos de legislación que se respete, y por eso se aprovechan de la gente y su ingenuidad.
Ahora resulta que cada canal de televisión abierta que tiene su reality, debe cumplir ciertos requerimientos para destruir en el rating.
Uno de ellos es el romance, pues la mayoría de programas están dirigidos a una chibolada peruana que anda con las hormonas alborotadas. Al igual que los personajes de televisión; un grupo de modelitos que terminan agarrándose (entiéndase como besuqueo mañosón) entre sí, generando entre ellos infidelidades, puñaleos, mala onda y hasta callejón oscuro con lluvia.
Pues reality que se respete debe tener su cuota achoradaza de enfrentamiento, broncas, engaño y ficción, sobretodo lo último que se viene practicando a menudo.

Y el ejemplo lo vemos en la prensa diaria que ventila los agarres de estos participantes a página completa, y al día siguiente lo desmienten con la misma pomposidad, dejando entrever que su práctica de periodismo es sinónimo de lumpen y a los canales como engaña muchachos.
Pero incendiario, ¿qué nos hace consumir toda esta turba de programetes?
Un culo de cosas como la dictadura de los brodcasters, los gobiernos de turno, la ausencia de lucro, la falta de propuestas viables y varios etcétera que seguramente estás pensando. Pero recuerda que lo más importante es que tú también lo ves. ¿Y ahora, qué vas hacer incendiario?